Parecerá raro, incluso trasnochado, en tiempos del ciberespacio, hablar de un espacio cerrado, que se imagina recogido silencioso, amable. Pero casualmente “Claustro” está asociado a Reflexión, y desde luego es muy Universitario. Es también punto de encuentro. Reflexión, Transmisión de Conocimiento y Encuentro son la razón de ser del Parque Científico. Por lo tanto presentamos un espacio claustral abierto al paisaje. Para ello se ha cerrado el conjunto de los tres edificios con la mínima masa posible en un gesto potente, confiando a la geometría y a la repetición el carácter neutral preciso para la Reflexión. El ritmo estructural es como un pentagrama en blanco donde fijar los hallazgos.
Un conjunto cerrado de día, desde el exterior, que devolverá una imagen transparente de noche y abierto, siempre, en el interior. Por fuera una caja simple de chapa brillante. Por dentro cuatro alturas de glicinia y parra virgen cerrando el patio. Planteamos una auténtica pared verde al modo de los emparrados tradicionales.